Sentir temor al momento de recibir la anestesia general es un suceso bastante común en los pacientes que vienen a realizarse alguna cirugía estética en la clínica. Mucho de ello proviene de la falta de información o de haber escuchado las experiencias de amigos que ya han pasado por lo mismo.
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Lo primero que debes tomar en cuenta es que la anestesia general se utiliza normalmente en pacientes que van a ser sometidos a intervenciones médicas invasivas o reconstruyentes, como puede ser el caso de una cirugía plástica.
Y la verdad es que, incluso si no lo parece al principio, este medicamento en particular brinda tanto a pacientes como a cirujanos varios beneficios importantes que la hacen una opción más efectiva y segura para estos procedimientos, en comparación con la anestesia local o regional.
La anestesia general consiste en llevar al paciente a un período de inconsciencia completamente controlada, con medicamentos que tienen la función de inducir al cuerpo en un estado de relajación muscular completa.
Funciona como una combinación de analgésicos que, cuando se introduce en el torrente sanguíneo, actúan rápidamente para disminuir la actividad neuronal, bloquear la actividad neuromuscular (producir la parálisis del cuerpo) y finalmente bloquear las vías nerviosas que transmiten los estímulos dolorosos.
Es decir, permitirá que el paciente duerma, completamente inmóvil y no perciba dolor alguno durante la operación.
Una vez que se revierte el medicamento, incluso puede permanecer lo suficientemente entumecido como para facilitar su recuperación postoperatoria inmediata.
Esta combinación de fármacos involucra desde el principio un procedimiento de aplicación menos riesgoso que la mayoría de las anestesias locales; ya que puede introducirse al cuerpo de forma intravenosa o inhalando el medicamento mediante la intubación y el uso de una mascarilla, lo cual se conoce como anestesia general inhalatoria.
También garantizará que el efecto analgésico sea de acción uniforme en todo el cuerpo, y no limitado a una zona o de menor intensidad como lo sería si se optara por usar una anestesia local.
Ventajas de la anestesia general para el paciente:
Ventajas de la anestesia general para el cirujano:
Sin embargo, es posible que algunos pacientes todavía sientan temor a sufrir alguna afección después de recibir el medicamento, o a no despertar una vez que se les ha inducido a la inconciencia con anestesia general.
Afortunadamente, la tasa de incidentes causados por su uso es realmente baja. Y dichas complicaciones puede presentarse con mayor probabilidad en pacientes cuya salud general no es la mejor, o por alergias a los medicamentos empleados.
Aun así, si tienes dudas es recomendable conversar con tu médico especialista sobre los efectos secundarios de la anestesia que puedes esperar después de la cirugía, a continuación, te nombramos algunos de los más comunes.
De acuerdo con las fases de la anestesia general, antes de la cirugía el paciente pasará primero por un proceso de pre-medicación, que involucra la administración del medicamento necesario para la operación según los requerimientos individuales de cada paciente.
Luego, el anestesiólogo inyectará los analgésicos que inducirán el sueño. En esta fase, el paciente perderá la consciencia y los reflejos de su cuerpo irán bloqueándose uno a uno hasta quedar inmóvil.
También se le colocará una aerovía para ayudar a su respiración una vez la anestesia entre en vigor, y durante este tiempo, el anestesista monitoreará la reacción del paciente al fármaco y mantendrá el equipo de reanimación a mano de ser necesario.
Finalmente, después de la intervención, el anestesista revierte la medicación y el paciente recuperará lentamente sus funciones regulares. Una vez que es capaz de respirar espontáneamente, se retira la aerovía y puede continuar con su recuperación postoperatoria.
A diferencia de la anestesia general, la anestesia local no está diseñada para ser usada en intervenciones médicas invasivas, ya que simplemente actúa directamente sobre una zona pequeña específica y no induce a un sueño profundo o relajación completa del paciente.
Esta diferencia en particular significa que, en primer lugar, no solo no será posible anestesiar la extensión del cuerpo requerida para proceder a operar con seguridad, sino que al no sumir al paciente en la inconsciencia, este todavía experimentará lo que sucede en su cuerpo durante la cirugía.
La anestesia local tampoco podrá inhibir completamente el reflejo de tensión en los músculos, así que es posible que en medio de la cirugía los médicos deban lidiar con reacciones fisiológicas involuntarias y puede no bloquear completamente la capacidad sensorial al dolor de la intervención.
Eso sin contar con que la aplicación de un tipo de medicamento u otro representa un riesgo más elevado de presentar complicaciones durante o después de la intervención.